Varios aliados de la OTAN denuncian que Rusia ha incrementado sus ataques informáticos en las últimas semanas. Preocupa especialmente el grupo de piratas cibernéticos «Fancy Bear».
Rusia vuelve a estar envuelta en la crisis sobre la ciberseguridad internacional. Los «hackers rusos» perpetran ciberataques de toda índole, aunque muchos de ellos no tienen ninguna vinculación con el estado ruso ni son realizados por ciudadanos rusos. Ahora bien, varios aliados de la OTAN denuncian que Rusia ha incrementado sus ataques informáticos en las últimas semanas. Preocupa especialmente el grupo de piratas cibernéticos ‘Fancy Bear’. Se les relaciona directamente con los servicios de inteligencia militar de Moscú.
Fancy Bear, se formó entre 2004 y 2008, responden al código APT28, por las siglas en inglés de Amenaza Persistente Avanzada y les señalan como autores de ciberoperaciones de alto nivel motivadas por vinculaciones geoestratégicas dirigidas desde Moscú. Entre sus acciones, destacan el hackeo a Macron, el acceso a las redes informáticas del Bundestag, el hackeo a medios de comunicación franceses haciéndose pasar por miembros del ISIS, además de vulnerar los datos del Comité Nacional Demócrata durante las elecciones de EEUU o actuar contra Ucrania durante los años previos a la invasión.
