Samsung se ha consolidado desde hace tiempo como la referencia indiscutible en el mercado de los smartphones plegables. Cada lanzamiento de la familia Galaxy Z genera expectación, tanto por las innovaciones tecnológicas que incorpora como por el precio que tendrán estos dispositivos de vanguardia. Este 2025, muchos analistas preveían una subida significativa de precios en la nueva generación de plegables de la marca, motivada tanto por la complejidad técnica de los dispositivos como por las crecientes tensiones comerciales a nivel global. Sin embargo, la compañía surcoreana ha sorprendido a todos al mantener los precios estables en mercados clave, una decisión que no es casual y que responde a una estrategia muy meditada.
La presentación de los nuevos Galaxy Z Flip7 y Galaxy Z Fold7 trajo consigo una noticia inesperada: Samsung ha decidido no aumentar los precios en mercados tan importantes como Corea del Sur y Estados Unidos. En el caso del primer modelo, el precio se mantiene exactamente igual que el del modelo anterior, mientras que el nuevo plegable tipo libro solo sube en torno a un 6%, muy por debajo del incremento del 10-20% que se esperaba, según fuentes del sector. Esta decisión puede parecer sorprendente en un contexto de inflación y de costes de producción al alza, pero tiene una explicación clara.
TM Roh, presidente de la división de móviles de Samsung (Samsung MX), explicó durante una rueda de prensa en Nueva York que los costes de fabricación de los nuevos plegables han aumentado debido a las importantes mejoras tecnológicas que incorporan. Sin embargo, la compañía ha optado por asumir internamente ese sobrecoste. “Para expandir el mercado de teléfonos plegables y democratizar el acceso a la inteligencia artificial, hemos decidido absorber esos costes”, afirmó este.
En otras palabras, Samsung está dispuesta a reducir su margen de beneficio en los nuevos Galaxy Z para seguir liderando el segmento de los plegables y acercar las últimas innovaciones en IA al mayor número de usuarios posible.
La presión del mercado: ventas a la baja y competencia creciente
Esta estrategia responde tanto a una visión a largo plazo como a una realidad inmediata: las ventas de la gama Galaxy Z Flip han experimentado un descenso en el último año. En este contexto, un aumento de precios podría haber supuesto un golpe muy duro para la competitividad de la gama, especialmente ahora que otras marcas como Motorola, Honor o Huawei están lanzando plegables cada vez más avanzados y asequibles.
Samsung, por lo tanto, es consciente de que el mercado de los plegables está en plena expansión, pero también de que el margen para subir precios es cada vez más estrecho. Los consumidores, aunque valoran la innovación, también comparan precios y buscan alternativas. Por eso, mantener una política de precios contenida es clave para seguir siendo la opción preferida.
La decisión de Samsung -sacrificar parte de sus beneficios en favor de una mayor cuota de mercado y de la expansión de la IA tiene todo el sentido en el contexto actual-, es todo un acierto. Por un lado, refuerza su imagen de marca innovadora y accesible; por otro, le permite mantener a raya a la competencia y seguir marcando el ritmo en el segmento de los plegables.
Además, esta estrategia puede tener un efecto positivo a medio plazo: cuanto mayor sea la base de usuarios de plegables y de funciones de IA, más atractivo será el ecosistema Samsung para desarrolladores y socios comerciales. Es una inversión en futuro, en fidelización y en liderazgo tecnológico. Ahora está por ver si todo lo indicado es efectivo o no.
