Los drones se convierten en un arma más de la guerra capaz de bombardear ciudades.
El servicio de inteligencia americano cree que la rebelión del Grupo Wagner que sufrió Rusia en sus calles hace unos días y la revolución tecnológica que se vive en el campo de batalla puede ser clave en el avance de la guerra ruso-ucraniana.
Los drones están tomando un papel protagonista en la invasión. Son capaces de llegar a zonas complicadas, afinan más los objetivos, identifican las posiciones, tienen mayor precisión en el bombardeo y también llevan a cabo labores de espionaje, por lo que se ha convertido en un instrumento letal en el frente de batalla.
En la invasión de Ucrania, los drones están revolucionando la forma de enfrentarse en una batalla, como en su tiempo fueron los aviones de combate durante la Primera Guerra Mundial.
Los drones tienen como misiones principales identificar las posiciones enemigas, marcar el lugar que debe ser bombardeado y atacar. Todo ello sin poner en riesgo a ningún soldado. «Tener un dron en la unidad aumenta las probabilidades sobrevivir», asegura afirma Ievhen, miembro de la Guardia Nacional Ucraniana.
