En mayo de 2024, Apple presentó el procesador M4, que debutó en un iPad Pro en lugar de un MacBook. Si bien los detalles iniciales fueron escasos de este componente, un análisis más profundo revela avances significativos en rendimiento, aprendizaje (ML) y capacidades gráficas. Te contamos las virtudes que tiene este SoC de última generación.
El Apple M4 cuenta con dos variantes: una con nueve núcleos y otra con diez. Ambas representan una mejora con respecto a los ocho núcleos del M3. Este aumento de cores se traduce en un salto importante en el rendimiento; una predicción mejorada; optimización de los motores de decodificación; y, también, una potencia superior sin comprometer la eficiencia. Estas mejoras agilizan las operaciones de la CPU, lo que conduce a un funcionamiento más fluido.
Una característica destacada del M4 de Apple son sus mejores aceleradores ML -que realizan procesos en paralelo para optimizar el trabajo con la IA- que están integrados directamente en la CPU. Estos admiten extensiones de matriz escalables (SME2), lo que representa un gran beneficio para simulaciones científicas, visión por computadora y tareas de aprendizaje automático. Esto deja claro que la compañía de Cupertino desea ser competitiva en la carrera de la inteligencia artificial generativa, sin comprometer el rendimiento habitual del procesador.
Por otro lado, la microarquitectura del chip ha experimentado mejoras significativas. La predicción mejorada en los núcleos minimiza los problemas de rendimiento causados por trabajos poco efectivos o incorrectos. Además, los motores de decodificación y ejecución más amplios en los núcleos de rendimiento permiten más instrucciones por ciclo, lo que aumenta la capacidad de trabajo sin duda alguna. Los núcleos de eficiencia, por su parte, se benefician de un motor de ejecución que potencialmente conduce a velocidades de reloj más altas sin afectar al consumo.
Basándose en la arquitectura M3, la GPU de diez núcleos del M4 introduce almacenamiento en caché dinámico, trazado acelerado por hardware y sombreado de malla. Estas características, anteriormente exclusivas de dispositivos de gama alta, mejoran el rendimiento gráfico en el iPad Pro, ofreciendo una experiencia visual más rica para los usuarios.
Los resultados de las pruebas de rendimiento muestran la capacidad del M4. Tanto la variante de nueve núcleos como la de diez núcleos superan a sus predecesoras en tareas de un solo hilo y de múltiples. Curiosamente, el M4 demuestra un salto significativo más allá del aumento de las velocidades de reloj, lo que destaca el impacto de sus mejoras micro arquitectónicas.
Con todo esto, el Apple M4 no tiene nada que envidiar a competidores como Snapdragon X Plus y X Elite de Qualcomm. Si bien este mejora a la variante de nueve núcleos del M4 en tareas de un solo hilo, la versión de diez núcleos del M4 rivaliza con él sin problemas. Ahora, falta por conocer el desempeño pasado el tiempo en el mundo real para tener claro si el avance realizado por la compañía de Cupertino es efectivo.
