Rusia ha perdido un impactante 87% del número total de militares en el terreno en servicio activo que tenía antes de lanzar su invasión de Ucrania y dos tercios de sus tanques anteriores a la invasión, dijo a CNN una fuente familiarizada con una evaluación de inteligencia estadounidense desclasificada proporcionada al Congreso.
A pesar de las grandes pérdidas de hombres y equipos, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, está decidido a seguir adelante a medida que se acerca el segundo aniversario de la guerra, a principios del próximo año, y las autoridades estadounidenses advierten que Ucrania sigue siendo muy vulnerable. Una contraofensiva ucraniana muy esperada se estancó durante el otoño, y los funcionarios estadounidenses creen que es poco probable que Kyiv consiga avances importantes en los próximos meses.
La evaluación, enviada este lunes al Capitolio, se produce en un momento en el que algunos republicanos se han mostrado reacios a que Estados Unidos proporcione fondos adicionales a Ucrania y el Gobierno de Biden ha lanzado una ofensiva en toda regla para tratar de conseguir financiación suplementaria en el Congreso.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, se encuentra este martes en Washington para reunirse con legisladores estadounidenses y con el presidente Joe Biden, en un intento desesperado por conseguir la ayuda militar y económica que considera vital para que Ucrania pueda mantener la lucha contra Rusia.
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Rusia ha sido capaz de mantener su esfuerzo bélico a pesar de las grandes pérdidas relajando las normas de reclutamiento y recurriendo a las reservas soviéticas de material antiguo. Aun así, la evaluación concluyó que la guerra ha «supuesto un duro revés para los 15 años de esfuerzos rusos por modernizar su fuerza terrestre».
De los 360.000 soldados que entraron en Ucrania, entre personal contratado y recluta, Rusia ha perdido 315.000 en el campo de batalla, según la evaluación. 2.200 de los 3.500 tanques se han perdido. También se han destruido 4.400 de los 13.600 vehículos de combate de infantería y vehículos blindados de transporte de militares, lo que supone una tasa de pérdidas del 32%.
«Para finales de noviembre, Rusia había perdido más de una cuarta parte de las reservas de material terrestre que tenía antes de la invasión», dice la evaluación. «Esto ha reducido la complejidad y la escala de las operaciones ofensivas rusas, que no han logrado avances importantes en Ucrania desde principios de 2022».
