La Guardia Civil Española liberó en Cádiz a 7 jóvenes que fueron captados en Sudamérica con la promesa de ser jugadores de fútbol y que eran obligados a prostituirse para poder comer.
Los explotadores reclutaban a los jóvenes futbolístas en países de Sudamérica y les prometían que tendrían un futuro en el mundo del fútbol español con un sueldo y una carrera acorde a sus cualidades sobre el terreno de juego. Una vez que llegaban aquí, la realidad era muy distinta y eran obligados a prostituirse para poder comer, tal y como ha informado ABC.
Las familias de las 7 personas liberadas llegaron incluso a endeudarse para pagar el viaje a España. Los jugadores vivían todos juntos hacinados en un piso en Cádiz y como señala un agente de la Guardia Civil «tenían que mendigar para poder comer».