El presidente Vladímir Putin ha advertido este viernes de que Rusia puede reducir la producción de petróleo como una de las medidas de respuesta al tope de 60 dólares por barril impuesto por la Unión Europea (UE), el G7 y Australia al crudo ruso enviado por barco.
La respuesta del presidente ruso llega una semana después del acuerdo impulsado por una treintena de las naciones más poderosas de Occidente para asfixiar las cuentas de Moscú en medio de su ofensiva hacia Ucrania. Así, tanto el tope al precio del crudo ruso como el embargo al mineral que impulsa la economía del Kremlin “ayudará a limitar la capacidad de Putin de beneficiarse del mercado petrolero para financiar una máquina de guerra que continúa matando ucranianos inocentes”, según aseguró el Gobierno de Estados Unidos tras la entrada en vigor de las medidas esta misma semana.
