La NASA está a punto de marcar un nuevo hito en la exploración espacial: el jueves 1 de mayo, la agencia llevará a cabo su primer paseo espacial desde enero, y lo hará con un equipo compuesto íntegramente por mujeres: las astronautas Anne McClain y Nichole Ayers. Este será el quinto paseo espacial exclusivamente femenino en la historia de la NASA, y el primero desde noviembre de 2023, por lo que resulta bastante significativo.
La elección de McClain y Ayers no es casual. Ambas representan la combinación perfecta de experiencia y empuje. Anne McClain, veterana de la NASA, ya ha realizado dos actividades extravehiculares (EVA, por sus siglas en inglés) durante su estancia previa en la Estación Espacial Internacional en 2019. Por su parte, Nichole Ayers, quien llegó a la órbita por primera vez hace apenas un mes, debutará en esta caminata espacial. Su colaboración simboliza la transferencia de conocimiento, un pilar fundamental para misiones futuras más ambiciosas.
El objetivo principal de esta EVA será instalar un kit de modificación en el segmento izquierdo de la estructura de armazón de la estación. Este componente permitirá la futura colocación del séptimo panel solar desplegable de la EEI, un paso clave para ampliar su capacidad energética. Además, las astronautas reubicarán una antena crítica para la comunicación con naves comerciales de carga y tripulación, tanto al aproximarse como al partir de la estación.
Unos preparativos que no dejan nada a la improvisación
Los preparativos para un paseo espacial son meticulosos. McClain y Ayers han dedicado muchas horas a ajustar todos los detalles, verificando que cada elemento, desde los guantes hasta las botas de los trajes espaciales. Estos, conocidos como Unidades de Movilidad Extravehicular (EMU), han sido equipados con sistemas de calefacción en los guantes, cámaras de alta resolución, luces integradas en los cascos y dispositivos de registro de datos.
Además, cada elemento a utilizar ha sido probada al detalle, desde los sistemas de comunicación hasta las baterías que garantizan hasta ocho horas de autonomía. Incluso las herramientas manuales que usarán -llaves, sujetadores y dispositivos de sujeción- han sido personalizadas para facilitar su manipulación con guantes rígidos.
Aunque la NASA ha avanzado en igualdad de género, los paseos espaciales femeninos siguen siendo una rareza. Desde 1984, cuando Svetlana Savítskaya se convirtió en la primera mujer en realizar una EVA, solo 15 mujeres han participado en estas actividades. Sin embargo, cada misión allana el camino para futuras generaciones. Este evento, además de su valor simbólico, demuestra la adaptación de la tecnología espacial a necesidades diversas. Por ejemplo, los trajes EMU ahora incluyen tallas más pequeñas y ajustes ergonómicos que facilitan el movimiento de las astronautas.
Tras completar la EVA, ambas regresarán a la esclusa para presurizar la cámara y quitarse los trajes. Luego, un merecido descanso las espera, aunque no por mucho tiempo: la agenda de la EEI siempre está repleta de experimentos científicos y mantenimiento crítico.
