Un tribunal de Irán dictó la primera sentencia de muerte contra una persona detenida por participar en las protestas que han envuelto al país en los últimos dos meses.
El Tribunal Revolucionario de Teherán declaró culpable al acusado, cuyo nombre no se dio a conocer, de incendiar una instalación gubernamental y de «enemistad contra Dios», informaron los medios de comunicación estatales.
Otro juzgado, por su parte, condenó a 5 personas a penas de entre 5 y 10 años de prisión por delitos contra la seguridad nacional y el orden público.
Grupos de derechos humanos han advertido que las autoridades podrían estar planeando «ejecuciones precipitadas».
Al menos 20 personas se enfrentan actualmente a posibles cargos que les podrían acarrear la muerte, dijo la organización Iran Human Rights, con sede en Noruega, citando informes oficiales.
Las protestas contra el régimen clerical iraní estallaron hace dos meses, luego de que se conociera la noticia de la muerte de Mahsa Amini, una joven que había sido detenida por la Policía de la Moral por infringir las estrictas normas del hiyab.