La liberación de Jersón marca el «principio del fin» de la guerra con Rusia, dijo el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en una emotiva visita a la ciudad liberada.
Las tropas ucranianas entraron el viernes en Jersón después que Moscú ordenara la retirada de sus fuerzas armadas del territorio, en lo que supone un revés para Rusia. Jersón fue capturada en marzo, semanas después de que comenzara la invasión. La región se convirtió además en una de las cuatro anexionadas ilegalmente después de que en septiembre se celebraran unos cuestionados referéndums de autodeterminación.
Poco después de esos comicios, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró en una ceremonia en Moscú que la anexión de las regiones de Luhansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón «no era negociable». Rusia todavía mantiene bajo su control las ciudades de Donetsk y Luhansk, ocupadas en 2014.
La semana pasada, las tropas rusas se retiraron, permitiendo que las fuerzas ucranianas entraran en la ciudad.
La recuperación de Jersón provocó escenas de alegría, en las que pudo verse a vecinos celebrando, algunos reuniéndose con seres queridos a los que no habían visto en meses. El estado de ánimo en la ciudad era de júbilo y alivio, pero también de inquietud, según relató el enviado especial de la BBC en Ucrania Jeremy Bowen.