Al final de la temporada, va cogiendo fuerza la idea de que tanto el brasileño Neymar como el argentino Leo Messi podrían abandonar la disciplina del París Saint-Germain el verano que viene. Los capitalinos, que atraviesan un momento delicado, ven cada vez más necesario el arranque de una nueva era.
En apenas cuatro días, el París Saint-Germain se ha despedido anticipadamente de la Coupe de France y ha visto reducidos hasta cinco los puntos de distancia sobre su más inmediato perseguidor en la Ligue 1, un Olympique de Marsella que también fue su verdugo en la competición copera.
La directiva parisina ya ha tomado la decisión de abrir las puertas de salida al primero de ellos. El atacante brasileño, de 31 años, ha agotado la paciencia de un club que se muestra ya muy cansado de su irregularidad sobre el verde, su actitud despótica con algunos compañeros y su comportamiento errático fuera de los terrenos de juego. Ahora, queda por ver si alguna entidad llama a las puertas de un jugador con un sensacional salario de 30 M€ por curso.
En el caso del argentino, todo parece quedar a expensas de lo que ocurra en la Liga de Campeones. Aunque los mandatarios no descartan ampliar su contrato, un nuevo fracaso en el máximo torneo continental podría tirar por tierra las negociaciones mantenidas hasta ahora y dar pie a su adiós. Por el momento, la Pulga mantiene el silencio, pero no resultaría extraño que, en verano, ponga fin a esta etapa en la Ciudad de la Luz.
