Este miércoles el estado de emergencia a todo el país debido a la intensidad de las protestas, que por el momento han dejado siete muertos. Los manifestantes piden la disolución del Congreso y la convocatoria de unas nuevas elecciones, seis días después de que el presidente Castillo diera un autogolpe poco exitoso y acabara detenido. Su sucesora, Dina Boluarte, no ha logrado aplacar el descontento de la ciudadanía, lo que ha provocado cada vez más enfrentamientos entre los manifestantes y las autoridades.
El ministro de Defensa, Alberto Otárola, ha informado de que la medida se extiende durante los próximos 30 días. “Debido a los actos vandálicos y violentos, a la toma de carreteras y caminos que, ciertamente, ya son actos que se están estabilizando y están siendo controlados por la Policía Nacional y por las Fuerzas Armadas y que requieren de una respuesta contundente y de autoridad por parte del Gobierno”, dijo el ministro. Con el estado de emergencia, los militares se hacen cargo de la seguridad pública y quedan suspendidos algunos derechos básicos, como la libertad de tránsito y de reunión. El Gobierno puede decretar un toque de queda.