Nissan busca levantar 5.000 millones de dólares más en deuda para seguir a flote
La nipona anuncia la venta de bonos convertibles por 1.000 millones y prevé emitir otros 4.000 millones en bonos senior no garantizados. Estudia además vender su sede central para conseguir liquidez
La sede central de Nissan en Yokohama, Japón, en junio de 2025.
La sede central de Nissan en Yokohama,
Nissan está dando pasos que muestran la crudeza de su difícil momento económico. El fabricante de vehículos japonés prevé emitir 5.000 millones de dólares en deuda (unos 4.264 millones de euros al cambio actual) con el objetivo de tratar de seguir a flote después de perder más de 4.100 millones de euros el año pasado. La automovilística, que espera un 2025 igualmente complicado y ha anunciado un recorte de plantilla de 20.000 personas hasta 2027, ha informado este lunes de la emisión de bonos convertibles por valor de poco más de 1.000 millones de dólares con vencimiento en 2031, a lo que se sumarán otros 4.000 millones de la moneda norteamericana en bonos senior no garantizados denominados en dólares y euros para fines corporativos generales, según ha adelantado Reuters. Fitch Ratings da a su deuda una categoría de BB.
El plan de Nissan pasaría por vender bonos en dólares a cinco, siete y diez años y captar un mínimo de 750 millones en cada tramo. La nipona ha informado a sus inversores que la rentabilidad de los bonos se situarían en torno al 7% para el tramo a cinco años y en torno al 8% para el tramo a diez años, según el pliego de condiciones. Nissan también planea una emisión en euros a cuatro y ocho años con un importe mínimo de 500 millones en cada tramo.
La compañía, que estudia vender su sede central en Yokohama (y luego pagar un alquiler por ella) para conseguir liquidez, utilizará el dinero recaudado para refinanciar su abultada deuda. Nissan, que en mayo nombró al mexicano Iván Espinosa como su nuevo consejero delegado, tiene un pasivo de unos 700.000 millones de yenes (unos 4.100,6 millones de euros al cambio actual), deuda que ha sido calificada de “basura”, según las principales agencias crediticias.
La situación de la empresa japonesa ha lastrado los resultados de su principal socio, Renault, quien a su vez es el mayor tenedor de acciones de Nissan. El boquete que ha abierto la nipona en sus cuentas es tal, que la francesa ha decidido sacrificar sus resultados de 2025 al anotarse unas pérdidas de 9.500 millones, para modificar el cálculo de su participación en la nipona en sus propios resultados. “La participación de Renault en Nissan, hasta ahora de equivalencia, se considerará un activo financiero evaluado al valor razonable estimado por el capital propio basado en la cotización en Bolsa de Nissan a partir del 30 de junio de 2025″, dijo Renault en un comunicado del 1 de julio.
Los males de Nissan que a finales del año pasado abrió negociaciones con Honda para fusionarse, pero sin éxito vienen principalmente de la fuerte competencia que sufre en China por parte de las marcas locales, las cuales a su vez se están expandiendo a otros mercados claves para Nissan como Europa. A esto se suma que las expectativas que tenía el sector hace unos años sobre la evolución de las ventas de vehículos eléctricos en el mundo no se han cumplido, lo que se ha llevado por delante a compañías que fueron pioneras en este ámbito como Nissan, con su modelo Leaf. Por último, la automovilística cuenta con pocas estrellas dentro de su gama de producto, que está intentando de renovar con el nuevo Micra o el nuevo Leaf, que llegarán este año.
