Sin señal de internet, sin un celular inteligente e incluso a veces hasta sin cobertura de telefonía móvil, así están los estudiantes que viven en pobreza y sobre todo en municipios foráneos de los diferentes estados del país, quienes deben sortear la modalidad de clases a distancia en medio de dificultades que les impiden tener comunicación con los docentes.
No les queda de otra que ir hasta las instituciones educativas o incluso enviar mensajes o llamar, pero el detalle está en que, cuando las comunidades se quedan sin energía eléctrica no pueden continuar con el proceso de aprendizaje y deben hacer una pausa, lo que hace que la educación no sea eficiente.
Existen sectores donde la conexión a internet es inconstante, lo que pone a los padres a echar carreras para poder cumplir con las tareas asignadas. «Las clases a distancia ya no se dan, porque igual debemos ir a la escuela a buscar información», aseguran los representantes de los estudiantes, quienes añadieron que para investigar los temas deben ir a casas de amigas u otros familiares porque a veces no tienen cómo ayudar a sus hijos con las tareas, cuya situación se complica porque aún más para aquellos docentes que también son padres.