El Barcelona se ha impuesto (0-1) este jueves al Real Madrid en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Los catalanes se llevan una mínima ventaja para el encuentro de vuelta en el Camp Nou dando una versión muy defensiva. Dominaba el Madrid durante todo el primer tiempo, pero los azulgrana se han adelantado en el marcador por medio de un autogol de Militao, en su primera aproximación de peligro. Ha sido un clásico muy trabado, con el Barça agazapado en su campo y un Madrid muy espeso con el balón. Es el primero de los tres clásicos del mes de marzo, cruciales para decidir quién se lleva las dos grandes competiciones del fútbol español. El cuadro de Xavi contaba con las bajas de Pedri, Lewandowski Dembélé y Christensen. El técnico ha apostado por cuatro centrocampistas, con Raphinha y Ferran Torres como hombres más adelantados. Kessie, que ya participó en el primer gol, ha podido sentenciar el partido pero Ansu Fati, sin querer, ha desviado el balón fuera. Ancelotti, sin Mendy ni Alaba, ha recuperado a Rodrygo, que ha entrado desde el banquillo al igual que Tchouameni. Tras el partido, Courtois ha lamentado la derrota en en encuentro que han dominado: “Ellos han defendido muy bien y nos ha costado chutar a puerta”.