El Real Madrid de 2023 puede ser Jekyll o el señor Hyde. Capaz de sembrar el pánico en Europa con su 2-5 en Anfield al Liverpool, después acumula tres partidos consecutivos marcando un solo gol… y a balón parado. Una mala racha que arrancó con el Atlético de Madrid, se confirmó con El Clásico en Copa del Rey y ha hecho saltar las alarmas tras el 0-0 en el Villamarín ante el Betis. Los blancos acumulan en Liga 47 tantos, uno más que el Barcelona; son los máximos goleadores del torneo doméstico. Entonces, ¿qué está ocurriendo? ¿Le han cogido el tranquillo los rivales?
Desde septiembre de 2021, hace más de un año, los merengues no encadenaban tres partidos sin ganar. Están a nueve puntos del Barça a falta de 14 jornadas, una distancia nunca remontada a estas alturas en la historia de la Liga. Más que una remontada, parece un milagro. El Real Madrid se ha desangrado desde el Mundial de Qatar: ha perdido 12 puntos de 30 posibles, acumulando tres empates y dos derrotas en diez jornadas para ganar solo el 60% de los puntos posibles. El combinado ha perdido solidez y regularidad. No obstante, antes del parón estaba a solo dos puntos de los blaugranas.
Tras la primera jornada disputada después del Mundial, los de Carlo Ancelotti terminaron el año empatados tras ganar el Madrid en Valladolid y el 1-1 entre Barcelona y Espanyol en Nochevieja. Desde esa igualdad a puntos se han repartido otros 27: los de Xavi se han dejado solo los tres de Almería y los blancos esos 12. Las curvas empezaron con la derrota en el campo del Villarreal, a la que se sumó la de Son Moix ante el Mallorca. A esos seis puntos hay que añadir los empates en casa ante Real Sociedad y Atlético, además del último ante los béticos en Sevilla.
Carletto ya ha dado su visión del problema en rueda de prensa: «Se podía hacer mejor, con más eficacia arriba, hemos salido bien desde atrás, hemos salido bien entre líneas, nos ha faltado eficacia, un centro menos, un balón filtrado menos… En los otros tres partidos hemos marcado un gol y a balón parado, es bastante evidente lo que falta, tenemos que ser más efectivos. A veces el equipo rival se cierra, pero tenemos la calidad y hay que hacerlo mejor. Más eficacia y menos regate, más contundente, se puede tirar desde fuera. Es un aspecto que tenemos que mejorar».