El gobierno de Bolsonaro tiene que reactivar en 60 días un importante fondo creado para combatir la deforestación en la Amazonía, dictaminó la Corte Suprema de Brasil el jueves.
Creado en 2008, el Fondo Amazonía fue financiado principalmente por Noruega y Alemania.
En el primer año de su gobierno, Bolsonaro extinguió los comités creados para administrar y dirigir los recursos del fondo, lo que obstaculizó los esfuerzos para proteger la Amazonía.
Según la demanda presentada por los partidos de oposición, incluido el PT (Partido de los Trabajadores) del presidente electo Luis Inácio Lula da Silva, aproximadamente R$ 1.500 millones (alrededor de US$ 81.479.000) han estado en el banco desde 2019.
La decisión permitirá que los recursos del fondo se apliquen en los próximos meses a proyectos en estados, municipios y organizaciones de la sociedad civil, según la ONG Observatorio do Clima.
