La baja de Karim Benzema en el Mundial de Catar, «un duro golpe» para la selección francesa y una gran decepción para aficionados y jugadores, tanto compañeros como rivales.
La actual campeona del mundo debutará, el martes, en un partido frente a Australia. «Es un golpe duro, pero teniendo en cuenta que tenemos uno de los mejores ataques, o el mejor, las posibilidades de llevar la copa a casa siguen siendo 100% válidas y todavía creemos en ello», decía un aficionado francés en Doha.
La desgracia de Benzema se ha convertido en una oportunidad para su compañero Olivier Giroud, a quienes muchos aficionados ven ya como el «salvador» de Francia.
