Estados Unidos tiene prisa por entregar el armamento prometido a Ucrania, ante la perspectiva de que la guerra esté a punto de entrar en una nueva fase de duros combates. Los misiles Patriot que Washington había anunciado llegarán “en un plazo acelerado”, ha confirmado un portavoz del Pentágono este martes. Ese armamento podría estar disponible en cuestión de semanas. La entrega de sus tanques Abrams también se adelantará, según el Departamento de Defensa, y las primeras unidades quedarán en manos de Kiev este mismo otoño, cerca de un año antes de lo que se había calculado inicialmente.
La Casa Blanca había anunciado en enero el envío de 31 tanques M1A2 Abrams a Kiev. Un gesto que llegaba después de meses de reticencias. La recomendación inicial del Pentágono había sido desfavorable: fabricar esos vehículos iba a ser un proceso largo; trasladarlos iba a ser complicado, y mantenerlos y manejarlos, una dura prueba para el ejército ucranio, que no está entrenado en su uso. Los M1A2 Abrams se alimentan de keroseno para aviones en lugar del diésel de los Leopard alemanes y otros modelos con los que los soldados ucranios sí están familiarizados. Las previsiones calculaban que el Gobierno del presidente Volodímir Zelenski no podría contar con ese armamento hasta finales de 2024 en el mejor de los casos.
