Ayer mismo se conocía la llegada de un nuevo modelo de la gama de portátiles MacBook Air de Apple. Este, como gran novedad, incluye actualización de su procesador, ya que ahora incluye el M3 desarrollado por la propia compañía de Cupertino. El caso es que se han conocido los resultados del equipo en algunos de los test habituales que permiten conocer su potencia, y lo cierto es que hay buenas noticias.
Evidentemente, para saber si hay un verdadero salto evolutivo, lo que se debe hacer es comparar los resultados obtenidos con los que se publicaron en su día de los MacBook Air con el procesador M2 (que, recordamos, todavía permanece a la venta de forma oficial). Y hay mejora, tal y como se esperaba, pero esta es incluso algo superior a las previsiones que se tenían, según Geekbench.
Hay que recordar que el procesador del que hablamos, anunciado el año pasado, cuenta con una CPU de 8 núcleos y una GPU con hasta 10 núcleos. Y es importante destacar que es el primer chip de Apple que incluye una unidad de gráficos de trazado con aceleración por hardware.
En una reciente prueba de rendimiento en Geekbench (concretamente con su sexta versión, que es la que actualmente se utiliza de forma habitual), el MacBook Air con el chip M3 demostró importantes mejoras en el rendimiento. Logró una puntuación con el uso de solo núcleo de 3.157 y la propia en la que se activan varios cores del procesador llegó a los 12.020.
Esto representa un incremento considerable en comparación con el modelo anterior impulsado por el M2. Este portátil de la gama MacBook Air obtuvo las siguientes puntuaciones: 2.600 y 10.000 respectivamente. Es decir, que el salto evolutivo es mayor, ya que hablamos de un aumento de rendimiento de aproximadamente un 21% en un solo núcleo y un 18% en varios núcleos en comparación con el MacBook Air con M2. Una cifra bastante considerable, la verdad.
La clave del mayor rendimiento
La mejora clave en la generación M3 radica en su GPU, que es más potente, para lo que el nuevo procesador incluye un sistema de refrigeración activa que le permite mantener niveles de rendimiento más altos durante períodos más prolongados (tanto al trabajar con gráficos como en otro tipo de tareas). Además, se heredan algunas opciones del MacBook Pro como un avance importante en la renderización en 3D y edición de vídeo de manera extensiva, y todo ello gracias a la inclusión del Apple M3.
