El delantero francés empeora todos sus registros respecto a la temporada pasada y sigue sin estar al 100% físicamente. Las lesiones y la decepción mundialista todavía colean. Sin su mejor versión el Real Madrid apenas puede presentar candidatura a la Champions y a la Copa del Rey.
¿Puede el Real Madrid optar a la 15º Champions League con esta versión de Karim Benzema? Seguramente sea la pregunta que más se están haciendo los aficionados madridistas en las últimas semanas. Y la realidad es que parece difícil que alguien pueda responder que ‘sí’. El galo, flamante Balón de Oro y pieza fundamental en el éxito del equipo la temporada pasada, se encuentra a años luz de su mejor nivel futbolístico y goleador. Sin él, los blancos apenas pueden optar a nada en lo que resta de campaña.
El delantero de 35 años está volviendo a ofrecer dudas en su rendimiento reciente en el terreno de juego. El año pasado fue alma, corazón y gol para un Madrid que se apoyó en su fútbol y en su instinto cuando más lo necesitaba. La mejor temporada de su vida terminó con su primer Balón de Oro bajo el brazo, sin embargo, apenas unos meses más tarde es solo una sombra del jugador que recientemente fue. Los datos no mienten. Demasiadas lesiones y una cifra de goles paupérrima para la máxima referencia madridista en ataque.
Para empezar, el ex del Lyon se ha perdido en lo que llevamos de temporada 13 partidos por diversas lesiones que le han tenido apartado de los terrenos de juego en distintos periodos de tiempo. Solo ha jugado 8 encuentros seguidos en una ocasión esta temporada. Los problemas físicos le han privado de la continuidad que necesita el ‘9’ del Madrid y en las últimas semanas no ha sido decisivo en la fase en la que su equipo se jugaba seguir vivo en Liga. (-12 respeto al Barça)
En los últimos 5 partidos tan solo ha marcado 1 gol (asistencia de Vinicius en el 1-0 ante el Liverpool en la vuelta de 1/8 de Champions). En el reciente Clásico liguero en el Camp Nou (2-1) estuvo desaparecido en combate, falto de ideas, desganado, con poca movilidad, desmarques a destiempo y 0 soluciones ante el bloqueo ofensivo de los de Ancelotti. Vinicius se va a la guerra demasiadas veces y demasiado solo. Los equipos lo saben y la solución es sencilla: secar como sea al brasileño.
