Al Real Madrid, chupado en ataque desde la tromba de Anfield, se le escurre la Liga. En Heliópolis, en un partido sin monsergas, crudo y severo, de nuevo se quedó seco y ya tiene al Barça a nueve puntos. Desde Liverpool, un gol, el del juvenil Álvaro al Atlético. Ante un Betis combatiente y sin miramientos, el Real se quebró ante Bravo, punto final de un equipo muy bien sostenido por el andamiaje defensivo. Y un Betis con soltura mientras le alcanzó el oxígeno.
Al Madrid no le faltó Vinicius y contó unas cuantas ocasiones en el segundo tiempo. Pero insuficiente. De repente, el gol, tan abundante en Anfield, se le escurre sin consuelo.
Hubo mucho trasiego en el Villamarín, escenario de un duelo vibrante, competido centímetro a centímetro, pulso a pulso. El personal, suda que suda como regaderas. Dos equipos vivificantes, aunque de inicio entre portería y portería, con las áreas algo huecas hasta que el partido cogió mayor volumen en el segundo tramo.
Hasta que unos y otros soltaron amarras, a un lado, Borja Iglesias como diana, con más reflejo en el juego de espaldas, cuerpo a cuerpo, con Militão que de frente a Courtois. En el otro bando, Rodrygo y Benzema trenzaban por el perímetro de Bravo, pero sin cargas explosivas. En el primer acto, un disparo de Ayoze desviado por Courtois y una salva de Valverde que casi revienta el larguero. También se le escapó el gol a Vinicius, que cerró con el juanete una aventura de Camavinga, esta vez lateral.