Elon Musk sigue en el centro de la polémica en lo que tiene que ver con Tesla. Desde que el CEO ha negado públicamente la cancelación del esperado coche eléctrico de 25.000 dólares, conocido como Model 2. Sin embargo, documentos internos y declaraciones de ejecutivos de la compañía revelan que esto no es así y, sobre todo, por dar prioridad a la estrategia centrada en los robotaxis autónomos.
La controversia comenzó en abril de 2024, cuando se publicó un informe asegurando que Tesla había abandonado el desarrollo del Model 2. Musk reaccionó de inmediato en la red social X, afirmando que la noticia era falsa. Su declaración logró frenar la caída del 6% en el valor de las acciones de la compañía. El caso es que parece que algo de lo indicado sí que hay.
¿Por qué Tesla habría abandonado el Model 2?
Este coche se esperaba que fuera un vehículo importante para la compañía, que permitiría a Tesla competir con los fabricantes chinos de coches eléctricos asequibles, como BYD, cuyo modelo Seagull cuesta menos de 10.000 dólares en el país asiático. Sin embargo, Musk decidió cambiar de rumbo y apostar por los robotaxis, un proyecto de Tesla que, según él, transformará el transporte urbano en los próximos años.
A pesar de negar públicamente todo, ejecutivos de Tesla confirmaron que el proyecto del Model 2 había sido cancelado semanas antes de la publicación del informe de Reuters. Algunos, incluso, preguntaron a Musk si había cambiado de opinión, pero él reafirmó que el coche asequible no estaba en los planes de la empresa.
La caída de Tesla y el ascenso de BYD
Mientras Tesla enfrenta una crisis de ventas y una línea de productos envejecida, BYD ha superado a Tesla en ventas de vehículos eléctricos en Europa por primera vez en abril de 2025. La empresa china ha logrado posicionarse como líder en el mercado de coches eléctricos asequibles, mientras que la liderada por Elon Musk sigue sin lanzar un modelo que compita en este segmento.
Las cifras de ventas reflejan la difícil situación de Tesla: en el primer trimestre de 2025, la compañía registró una caída del 13% en sus ventas globales, mientras que BYD continúa expandiéndose con modelos más accesibles. La presión de los inversores ha aumentado, y algunos han comenzado a vender sus acciones por preocupaciones sobre la estrategia de Tesla.
¿Problemas con la SEC?
La negativa de Musk respecto a la cancelación del Model 2 también ha generado preocupaciones entre los ejecutivos de Tesla sobre posibles repercusiones legales. Algunos temen que la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) pueda investigar si Musk engañó a los inversores al afirmar que el coche asequible seguía en desarrollo.
Musk ya ha tenido problemas con la SEC en el pasado. En 2018, por ejemplo, pagó una multa de 40 millones de dólares por un tuit en el que afirmaba que tenía financiamiento asegurado para privatizar Tesla, lo que resultó ser falso. Su acuerdo con la entidad exige que sus publicaciones en redes sociales sobre Tesla sean revisadas por un abogado antes de ser publicadas, pero en alguna ocasión Musk ha declarado que no sigue esta regla.
La compañía, para competir con la amenaza China, apunta a que está trabajando en versiones simplificadas del Model 3 y Model Y, que podrían lanzarse en la primera mitad de 2025. Sin embargo, los retrasos en la producción y la falta de claridad sobre los precios han generado incertidumbre entre los consumidores y los inversores.
Mientras tanto, Musk ha anunciado que dejará su rol como asesor especial del presidente Donald Trump para enfocarse en sus empresas, incluyendo Tesla. Sin embargo, la presión sobre la compañía sigue aumentando, y muchos se preguntan si el fabricante de coches eléctricos podrá recuperar su liderazgo en el mercado de coches eléctricos algo que se antoja complicado por el momento (pero para nada es imposible).