El Barça sufre en Dortmund para plantarse en semifinales de la Champions seis años después
RESULTADO BORUSSIA DORTMUND – BARCELONA: 3-1 (global 3-5). Un hat-trick de Guirassy metió a los alemanes en la eliminatoria, pero un gol de Bensebaini en propia puerta dio tranquilidad a los de Hansi Flick.
El Barcelona perdió este martes por 3-1 ante el Borussia Dortmund en el Signal Iduna Park, en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones. Aun así, logró sellar su pase a semifinales por primera vez en seis años gracias al contundente 4-0 logrado en la ida en Montjuïc. La derrota, sin embargo, dejó una lección clara: una mala noche en la Champions puede ser letal.
El conjunto dirigido por Hansi Flick no estuvo a la altura, pero supo resistir. El tanto de la tranquilidad llegó, de hecho, por un gol en propia puerta del central argelino Bensebaini. Con tres cambios en el once inicial por lesiones o rotaciones, el equipo se mostró desdibujado y muy lejos del nivel exhibido en las últimas semanas; esta fue, de hecho, la primera derrota del Barça en todas las competiciones en lo que va de 2025.
El Real Madrid no había ido nunca por detrás en esta edición de la Liga de Campeones… hasta que Szczesny cometió un penalti evitable sobre Gross. El delantero guineano Serhou Guirassy, que había estado desacertado en la ida, esta vez no perdonó desde los once metros e inició su ‘hat-trick’ particular.
Cambios que alteraron el equilibrio
El 4-0 de la ida permitió a Flick realizar rotaciones. Pedri empezó desde el banquillo, Íñigo Martínez ni siquiera jugó por estar apercibido y Balde fue baja por lesión. Gavi no brilló en el centro del campo y Araujo tuvo una noche para el olvido, regalando un balón a Guirassy en el 3-1 que encendió las alarmas. En el lado positivo, Gerard Martín cuajó una gran actuación en el lateral.
Pese a la derrota, el pase a semifinales está asegurado. Seis años después, el Barça vuelve a estar entre los cuatro mejores de Europa. El ambiente del ‘muro amarillo’ en Dortmund fue un factor que condicionó al equipo, que no logró imponer su juego en casi ningún momento. Pero el objetivo está cumplido: seguir vivos en la competición.
Errores que no pueden repetirse
Las ausencias de Balde, Íñigo y Pedri se notaron. Sin control del balón, con pérdidas inexplicables y con un penalti que se pudo evitar, el Barça pagó caro un inicio caótico. Incluso el gol en propia puerta que puso el 2-1 no fue suficiente para cerrar el partido como debería haber hecho un equipo con aspiraciones al título.
Los fantasmas de remontadas pasadas rondaron el ambiente, especialmente aquel 4-0 en Anfield que supuso el inicio de una decadencia en el club catalán. Sin embargo, esta vez el Barça de Flick sobrevivió. Quizás esta derrota sin consecuencias sea justo lo que necesita para reforzarse y crecer de cara a las semifinales ante Inter de Milán o Bayern Múnich.